María Leticia Toribio
Hermosa, Chicago
A picture of Letty Toribio

Nunca me dejo vencer por el miedo.

María Leticia “Letty” Toribio (anteriormente Patiño) es una madre inmigrante mexicana de tres hijas de la comunidad Hermosa en el lado noroeste de Chicago. Ella es la ex copresidenta de la Campaña de Justicia Elemental en POWER-PAC IL.

Letty usa su voz para hablar con los medios y llamar la atención sobre desigualdades en la disciplina escolar entre estudiantes negros y morenos en comparación con sus compañeros de clase blancos y su trabajo continuo en la Campaña de Justicia Primaria para sacar a la policia de las escuelas.

Aquí, Letty cuenta una poderosa historia de una época en la que ella (junto con otros padres) luchó con uñas y dientes para cambiar el liderazgo problemático en la escuela de sus hijas. (Active los subtítulos para la versión en inglés):

Vivo en la comunidad de Hermosa en el norte de Chicago. La mayoría de los residentes son latinos.

Al participar en la escuela de mis hijas, noté que los comités escolares y la junta escolar local (LSC) no estaban totalmente dirigidos por los padres. La administración de la escuela siempre tomó las decisiones más importantes y no manejó las cosas de la manera en que lo ordena CPS.

Nuestras preocupaciones no fueron abordadas. El asistente del director nunca encontró una solución a los problemas. Incluso llegó a ofender a los padres. Nuestra comunicación con el director fue terrible porque no hablaba español.

Cuando vimos que las cosas no estaban funcionando bien, decidimos crear un grupo de padres. Exigimos que el director administrara la escuela de la manera ordenada por CPS y resolviera algunos de los problemas.

En vez de tener una solución para nosotros, me prohibió entrar en partes del edificio de la escuela. El resto de los padres abogaron por mí para que pudiera entrar al edificio, pero tampoco fueron bienvenidos. No teníamos un lugar para reunirnos, por lo que nuestro grupo de padres tuvo que reunirse en la calle en un clima extremadamente frío o en un café del vecindario que nos dio permiso.

Después de luchar durante mucho tiempo, decidimos encontrar al responsable de nuestra red escolar para presentarnos, presentar nuestras preocupaciones y nuestros testimonios. En unos pocos meses, el distrito escolar eliminó la administración de nuestra escuela y nos asignaron un director interino.

En 2016, finalmente le ofrecimos un contrato a un nuevo director. Tenía los requisitos que buscábamos para dirigir una escuela con una alta población de estudiantes latinos.

Me siento feliz de haber sido parte de este gran cambio en mi comunidad. Lograr algo así no fue fácil. Soy madre con apenas 6 años de escolaridad e involucrarme en una escuela en este país me parecía imposible, y más aún si a eso le sumamos la barrera del idioma que me limitaba.

Pero nunca me dejo vencer por el miedo. Lo convertí en un desafío y lo usé como motivación para seguir luchando. ¡No sé cuántas veces tuve que cometer errores para aprender!

es_MXSpanish